Echo de menos tu piel. Las pecas de tu espalda moviéndose al compás de una música de sordos. Echo de menos tus ojos. Tus ojos me mueven todos los órganos de mi cuerpo, me agitan el corazón y me lo paran. Me dan amparo y me calman. Echo de menos tu olor...y la forma en la que me pones suavemente un mechón detrás de la oreja, casi acariciándome toda la mejilla a su vez. Como un dos por uno celestial.
Mis palabras son un poco desordenadas y sin sentido, pero son tal cual me vienen a la mente, como los "te quiero" que suelto en los momentos más extraños y aleatorios.
Mataría por un atisbo de emoción por hablar conmigo, por una lejana muestra de cariño o por...poder hacerte sentir como antes.
Un borrador que no puedo dejar atrás pero no puedo evitar dejar a medias. No puedo más.
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